lunes, 29 de junio de 2009


El secuestro con mal fin




El mediodía del 16 de abril, una chica llamada Leila, fue secuestrada por dos hombres mientras iba hacia el colegio. Fue vendada, amordazada y subida a un coche negro.


Pasados dos días, su madre, que estaba desesperada, recibió el llamado de un hombre que le confirmó que su hija había sido secuestrada y se encontraba en su poder. Ella, por miedo, no quiso dar parte a la policía y recurrió a un detective, Brian, quien inmediatamente rastreó la llamada y fue al lugar descubierto.


Cuandóllegó se enfrentó a tiros con los secuestradores, pero no tuvo en cuenta su mala puntería y una bala se perdió en el cuerpo de Leila y la mató.


La policía no tuvo más remedio que arrestar al detective Brian, ya que no había tomado conciencia de la irresponsabilidad de sus actos y había dado muerte a una inocente.


El juez lo condenó a 20 años de cárcel y trabajo forzado.




Nadia Malik y Daiana Proto


2º 4ª




miércoles, 24 de junio de 2009



Traicion de amigas



Evelyn conoció a Daniela en la secundaria, empezaron a hablar y desde ese día no se separaron más.
Después de tres meses llegó al curso un chico nuevo llamado Javier. A Evelyn le gustaba mucho, a Daniela también, pero ella no decía nada porque no quería perder a su mejor amiga.
Al poco tiempo, Evelyn y Javier empezaron a salir. Daniela estaba muy triste, Evelyn le preguntaba qué le pasaba y ella no le contestaba.
Luego de un año Daniela se puso de novia y Evelyn se casó y tuvo una hija.
Un día Daniela iba en su auto y descubrió que su amiga engañaba a su marido. Quedó sorprendida. Javier no se lo merecía. Nadie sabía que estaba enamorada de él y que siempre había sentido una enorme envidia por su amiga.
Una tarde, cuando Evelyn volvío a su casa luego de llevar a su hija al jardín y se acostó a dormir la siesta. Daniela entró cuidadosamente asegurándose de que nadie la hubiera visto. Sacó un arma y le disparó en la cabeza. Luego cambió el arma por otra del mismo calibre y se fue por la puerta de atrás. Al escuchar el disparo, los vecinos llamaron a la policía.
Javier recibió un llamado del jardín de su hija comunicándole que su mujer no la había ido a buscar. Le pareció muy extraño. Cuando regresó a su casa se encontró con la policía. Se llevaron el cuerpo. Entonces entró el Comisario Julio Herrera y le preguntó si había habido alguna pelea familiar o con alguna amistad o si había surgido algún inconveniente en las últimas semanas. Él recordó solamente algunas peleas entre ella, su hermana y su madrastra.
Daniela se sentía muy mal por lo que había hecho, pero el dolor por haber perdido a Javier y la enorme envidia hacia Evelyn eran más fuertes. Además,ya era tarde para lamentarse. Absolutamente nadie sospechaba de ella,
El comisario interrogó a la hermana y la madrastra, pero ellas en esa fecha estaban de vacaciones en otra provincia. El comisario no encontraba ningún otro sospechoso. Podría haber sido un suicidio.
Una mañana sonó el teléfono del despacho de Julio Herrera. Era un vecino que había visto salir una mujer de la casa mirando para todos lados y tapándose la cara. El comisario le preguntó a Javier si conocía alguna persona que coincidiera con la descripción hecha por el vecino. Horrorizado confirmó que todo apuntaba a una sola persona: Daniela. Hicieron un allanamiento en su domicilio y encontraron el arma con sus huellas.
Daniela se sentía culpable y confesó todo.

Lucía Robledo y Débora Gómez Gauto
2º 5ª

lunes, 22 de junio de 2009

El auto sin rumbo



Raúl Gaitán, el inspector, investiga la muerte de Nora Vega, quien murió el día 3 de junio.
La señora estaba comprando con su marido en el almacén de la calle principal del barrio. Salió del almacén, fue a cruzar la calle y pasó un auto que perdió el control, la atropelló y se dio a la fuga.
El marido, desesperado, subió a su auto y los persiguió pero no logró alcanzarlos. Cuando volvió al lugar donde estaba su mujer, ésta ya había fallecido.
El testigo José Martínez dijo que eran tres personas pero que sólo había visto las caras del hombre que manejaba y su acompañante, una mujer. Del que iba atrás supo que era un hombre porque le había visto la barba. Agregó que el auto azul venía de la calle 14 por la mano derecha. Quedaron marcas de las gomas en el pavimento.
Pero la dueña del almacén dijo que no parecía que el auto había perdido el control, sino que había ido directamente a atropellarlos y luego había perdido el control.
El inspector interrogó al marido, Luis Vega, quien dijo que tenía un conflicto con su vecino, pero no muy grave y que también había tenido una fuerte discusión con su prima, Florencia Romero.
El inspector le preguntó si tenía fotos de su prima y él quedó en enviárselas.
Al día siguiente, por correo, le llegaron al inspector las fotos a su despacho. Él se las mostró al testigo José Martínez quien reconoció a la mujer y al hombre que estaba junto a ella, su hermano. Fueron arrestados.
A los dos días apareció el auto y por las huellas digitales detectaron al que viajaba en el asiento de atrás, el hermano mayor.
Los tres hermanos fueron detenidos y ahora están privados de su libertad.
Sebastián Franco y Diego Juárez

2º 5ª

jueves, 18 de junio de 2009

Cuentos policiales















El crimen de Rosana Galeano

El caso empezó cuando una señora, Rosana Galeano, se casó con un hombre de plata llamado José Jacinto Arce.
El problema fue que después de unos años ella se quería separar de su esposo pero él no quería que su mujer cobrara lo que le correspondía por el divorcio porque era una gran cantidad de dinero, entonces decidió matarla. Su cómplice fue su madre, quien mandó a dos personas que resultaron ser hermanos, para que maten a Rosana.
Ella estaba con su hermana en la quinta, cuando sonó su celular, pero la llamada se cortaba porque no tenía señal, entonces salió afuera para saber quién llamaba y la mataron de dos tiros.
La hermana llamó a la policía, quienes rastrearon el lugar buscando pistas y encontraron el arma que les permitió llegar a los sospechosos. A uno de los hermanos lo encontraron en su taller mecánico y al otro en su casa.
Un mes y medio después encontraron otra arma escondida en la quinta de Arce pero el hombre negó que fuera suya y le echó la culpa a un jardinero del que encima dijo que era el amante de su mujer.
Después de dos meses metieron presos a Arce y a su madre como autor y cómplice del homicidio.
El hombre, frente a las cámaras, dijo: "Me voy con ellos, no es que me llevan."
Su madre, con una leve sonrisa, dijo que extrañaba a Rosana.
En cuanto a los hijos, los dejaron con sus tíos maternos.
Rocío Coronel
2 º 4ª