miércoles, 15 de julio de 2009


El puentecito


Como todos los días, Elías y su mujer, Rossana, llamaron a sus hijos a desayunar. Ellos bajaron, tomaron el café con leche; Elías se fue a trabajar y Rossana los llevó al colegio antes de ir a su trabajo.

A las 16.15 hs. Rossana regresó a su casa y como a las 17 Hs. llegó Joaquín, el menor. Su mamá le preguntó por Braian y él le respondió:

- Es que jugamos una carrera y yo le gané, debe estar por llegar.

- Fijate si viene - exclamó la mamá.

Al rato entró Joaquín corriendo y dijo:

- No está.

Ls mamá asustada salió a buscarlo por el barrio y como no lo encontró fue a hacer la denuncia a la comisaría. Le pidieron los datos de Braian y ella lo describió:

- Es rubio, tiene ojeras, ojos verdes... Estaba vestido con un jean y el delantal del colegio.

Tomados los datos, lo interrogaron a Joaquín.

- ¿Cuándo te diste cuenta de que tu hermano no estaba cerca de vos?

- Cuando llegué a mi casa y él no llegaba.

- ¿Fueron por el camino de siempre?
- No.

- ¿Y por dónde?

- Cruzamos un puentecito y después salimos por otra cuadra, empezamos a correr y yo llegué a mi casa.

- ¿Viste a tu hermano que te seguía o iba adelante?

- No, no lo vi.

Mientras interrogaban a Joaquín Rossana llamó a Elías.

- Estoy en la comisaría, desapareció Braian - dijo llorando.

Al cabo de 20 minutos llegó Elías.

La policía salió a buscarlo por donde había dicho Joaquín.

Alrededor de las 22hs. hallaron bajo el puente mencionado por Joaquín, el cuerpo de un menor que coincidía con la descripción que había hecho Rossana. Los papás fueron a reconocer el cadáver. Era Brian.
Según la autopsia, lo habían empujado o se había caído. Pero aún quedaban muchos cabos sueltos: cómo y por qué se había caído, por qué no había gritado, si nadie en la zona había visto o escuchado algo...
La policía apuntaba a un solo sospechoso, Joaquín. ¿Sería capaz de matar a su hermano?
El comisario José Nedley estaba a encargo de la investigación. Planteó lo que sospechaba a los padres y les preguntó si sus hijos habían peleado los días anteriores al suceso. Respondieron que no, pero recordaron unas palabras dichas por Joaquín a su hermano el día anterior: "¡Qué envidia! Vos sos el preferido de papá."
Todo encajaba perfecto, pero Joaquín negaba a morir lo que José decía. Lo interrogaron varias veces, pero su declaración no cambiaba.
El día anterior a que lo trasladaran al juzgado de menores, haciendo un nuevo rastrillaje, encontraron un colgante de oro cerca del lugar donde fue hallado el cuerpo y apareció un testigo que no se había animado a hablar. ¿Sería esto la salvación de Joaquín?
El testigo, llamado Fernando, dijo que había visto dos niños corriendo, uno había seguido pero el otro se había detenido a buscar un juguete que se le había caído cuando se le acercó una mujer alta, pelirroja y vestida de negro que lo empujó por el puentecito.
¿Quién sería esta mujer? La descripción coincidía con la de la compañera de trabajo de Elías y su amante. Las iniciales de su nombre eran las mismas que estaban grabadas en la medalla del colgante.
Julieta Ruiz Díaz - 2º 5ª

martes, 7 de julio de 2009


El homicidio de Ricardo Gutiérrez


Los diarios del 20 de mayo del 2008 titulaban: "Mujer desesperada busca a su marido desaparecido hace una semana".
Todo comenzó en Monte Chingolo. Doña Marisa González, pidió ayuda a sus vecinos para buscar a su marido, don Ricardo Gitiérrez. Luego hizo la denuncia en la comisaría. Los vecinos, indignados, iniciaron una marcha por su aparición, asegurando que era una buena persona, trabajadora, amable, muy de su casa, y que seguramente lo habían secuestrado.
Transcurrían los días, noticias en la T. V., en el diario, búsqueda de la policía, el gobierno ofreció recompensa a quien aportara alguna información sobre Ricardo.
Los días pasaban y no había ninguna noticia sobre el desaparecido. A fin de año, la causa pasó a manos del fiscal Guillermo Rosales.
Mientras tanto, la señora Marisa comenzó a retomar su ritmo de vida normal.
Como no había sospechosos, el fiscal comenzó a investigar a la señora Gutiérrez.
En enero de 2009, en uno de los interrogatorios, la señora se quebró y contó que durante años había sido maltratada, golpeada y abusada por su marido, hasta que un día, durante una discusión, cansada de la situación, lo había matado. Luego, arrepentida y con miedo por lo sucedido, ella misma había hecho la denuncia de la desaparición mientras el cuerpo de su marido yacía en el fondo de su casa, donde ella misma, llena de odio, lo había sepultado.
Florencia Gómez, Sabrina Santillán, Brenda Gómez, Camila Núñez
2º 4ª

viernes, 3 de julio de 2009


Muerte inesperada
Hace un tiempo atrás, Hernán Landolina, un profesor se gimnasia de la ESB 48, que tenía 42 años y era muy querido por sus alumnos, fue asesinado.
El día siguiente a la noche del crimen, los alumnos que tenían clase con él lo esperaron pero nunca se presentó.
Como no lo podían ubicar, porque no contestaba el teléfono ni estaba en su domicilio, los alumnos comenzaron a sospechar y los padres dieron parte a la policía.
Varias semanas después, la policía encontró un vehículo abandonado, era del profesor y la víctima estaba encerrada en el baúl.
Según los investigadores, tres vagabundos le quisieron robar el auto,él se resistió y lo mataron.
Los capturaron y fueron condenados a 18 años de cárcel, pero uno de ellos se suicidó y los otros murieron en la cárcel de sida.
Todos los años, los alumnos hacen una marcha por la inseguridad, en memoria del profesor Hernán Landolina.
Javier Huerta
2º 4ª