lunes, 4 de julio de 2011

UN LOCO COLECCIONISTA




Un español llamado Ken Browil había llegado a la provincia de Mendoza hacía siete meses. Era muy bueno, donaba ropa a los pobres, regalaba golosinas a los chicos y todos los domingos hacía asado e invitaba a todos los vecinos.

El lunes 13 de junio, salió en el diario que el domingo, a las 13.30 hs. había desaparecido un chico.

El detective Guillermo Aslamim, que era un novato, interrogó a los padres. Ellos le dijeron:

- A nosotros nos invitaron a un asado con los vecinos. En un momento dejamos de verlo y no lo pudimos encontrar.

- ¿Y cómo estaba vestido?

- Estaba vestido de marinerito y tenía una paleta en la mano que le había dado el señor Browil.

- Bueno, pueden retirarse.

El novato recorrió la zona y vio que de una casa salía alguien corriendo, luego encontró la paleta del chico, pero estaba rota y le faltaban pedazos. Cuando miró más adelante apareció otro pedacito, siguió el rastro y encontró un reloj tirado adelante de una puerta. Le dio curiosidad, entró en la casa y comenzó a recorrerla. De repente escuchó un ruido y descubrió la puerta vieja y rota del sótano. Bajó las escaleras y vio un gato blanco que estaba sentado sobre el gorro de marinerito. El gato se levantó y se fue, pero Guillermo Aslamim lo siguió. En un momento lo perdió de vista pero escuchó el rechinar de una puerta. Caminó lentamente hacia allí, sacó el revólver, abrió la puerta, miró hacia un lado y el otro para ver si había alguien en la habitación y descubrió muchos huesos apilados. Entonces prendió la linterna y vio al chico en un rincón contra la pared. Se sorprendió al ver que le faltaba un brazo. En ese momento apareció un señor vestido de negro, con una máscara, que llevaba en sus brazos el gato blanco; lo soltó y dijo:

- Vaya, vaya, vaya, miren quién está aquí: el novato Aslamim.

- ¿Quién eres? ¿Por qué haces esto? – inquirió Aslamim muy asustado.

- ¿Quién soy...? Soy tu peor pesadilla. ¿Por qué lo hago? Porque colecciono huesos.

- ¡Eres un monstruo! – gritó Aslamim, le tiró un hueso que estaba en el suelo y se fue corriendo. El asesino le tiró un tiro en la pierna. El detective cayó al piso mientras el monstruo se burlaba:

- ¡Bang, bang! – y ponía su mano en forma de arma.

El policía huyó, subió al patrullero y se fue.

Allanaron la casa y rescataron al niño pero no había rastros del asesino.



Al día siguiente, Aslamim citó a Browil a la comisaría para interrogarlo.

El comisario Franco Montero reprochó a Aslamim:

- ¿Cómo vas a interrogar a Browil?

- Hay que interrogar a todos.

- Pero él es muy bueno. Dona ropa para los pobres y regala golosinas a los chicos.

- Todavía no lo conocemos; es nuevo en el barrio.

- No lo interrogues.

- ¡Los voy a interrogar a todos!

- ¡No lo interrogues! ¡Es una orden!

- Sí, señor.

Cuando fue a despedir a Browil vio que tenía en su brazo la marca del reloj, entonces le preguntó:

- ¿Y su reloj, señor?

- Lo dejé en casa.

El comisario intervino:

- Vaya no más, no se preocupe.

Mientras se iba de la comisaría, Browil miró a Aslamim y le hizo la misma seña con la mano en forma de arma que le había hecho el asesino.

Esa noche, el detective encontró un pedacito de la paleta y se dirigió a su superior:

- Mire, señor comisario, un pedacito de la paleta del niño.

- Puede ser de cualquiera de los interrogados.

- Sí, pero ayer limpiamos, y hoy interrogamos sólo a Browil.

- Ya estoy sospechando de él, si me das pruebas lo arresto.

- Sí, señor, las tendré listas para mañana.

Al día siguiente se presenta ante Montero:

- Señor, aquí tengo las pruebas.

- A ver, mostrámelas.

- Bueno, aquí está la primera prueba: la paleta que los padres dijeron que tenía el chico. Cuando fui al lugar del hecho vi a alguien corriendo, me acerqué y encontré esta paleta rota. O sea que el chico había estado en ese lugar. Y ayer encontramos un pedazo de la misma golosina donde Browil estuvo parado.

- ¿Y la segunda?

- El reloj. Yo encontré este reloj en el lugar y a Browil le falta su reloj.

- ¿Y cómo sabés que es de él?

- Porque le quedó la marca en la muñeca y por la marca se nota que nunca se lo saca.

- ¿Y la tercera?

- Cuando fui a esa casa encontré al gato blanco de Browil durmiendo sobre el sombrero del niño.

- ¿Alguna más?

- Ayer cuando salía de aquí me hizo la misma seña que el asesino que estaba en la casa.

- ¡Vamos a atraparlo!



Fueron a la casa y había desaparecido. Una vecina les dijo que lo había visto salir con una valija. Inmediatamente avisaron a la Policía Aeronáutica que no dejaran despegar ningún avión del aeropuerto y fueron para allí. Llegaron, le mostraron la foto al Jefe de Seguridad y le preguntaron:

- ¿Ha visto a este hombre?

- Sí, está en el avión que va a Brasil.

- Subieron al avión y lo atraparon.



A Guillermo Aslamim lo ascendieron a Subcomisario y a Franco Montero a Comisario Mayor.

Franco López
Matías Salto
Matías Gómez
Agustín Juárez
Ángel Pavón
2º 4ª

7 comentarios:

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  2. muy bueno.. me gusta mucho la parte donde el detective sigue las pistas.. y tambien la parte que es como de terror..muy bueno

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  3. el cuento policial:estuvo muy bueno porque tenia mucho misterio, y el personaje que mas nos gusto fue el detective guillermo por su personaje en la historia tamara alvarez y yuliana alvarez

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  4. esta muy bueno el cuento, mucho el final no me gusto estaria bueno que le allan puesto un poco mas de accion . pero igual nos gusto mucho (parfeñiuk Y palabesino)

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  5. esta mui bueno y q me gusto mucho el final! (Franco Lopez 2do 2da)

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  6. Me encanto, esta muy bueno!
    Melany Albarracin
    2do 2da :)

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